6 grandes lecciones que aprendí de haberme mentido durante 5 años

¿Qué haces cuando la única persona en la que creías que podías confiar resulta ser un mentiroso que te ha estado traicionando durante 5 años? Bueno, aquí están mis lecciones.

«¿Podemos hablar?» Me encontré diciendo con voz tímida mientras lo miraba con los ojos bajos.

Pareció desconcertado por mis palabras. Parecí bastante directo, mientras luchaba por dar una respuesta. Esas tres palabras son quizás algunas de las oraciones más aterradoramente cortas que podrías decir en una relación. Traté de leer su expresión, ya que siempre me dijeron que tenía la extraña habilidad de leer la mente de las personas.

Miré a los ojos muy familiares del que tenía muy querido en mi corazón. En ese momento, mis palabras fallaron y me encontré incapaz de leer su expresión. Pero mi corazón parecía decirme la amarga verdad. Él asintió en silencio y dudé, sin saber si quería saber si mis miedos más profundos se habían hecho realidad o no.

Dime tus mentiras más dulces

Empezamos a salir cuando éramos niños en la universidad. Lo mejor de nuestra relación era que se basaba en la amistad. Por supuesto, lo mejor de salir con tu mejor amigo fue que todo parecía encajar. Me reiría de sus chistes cursis y él encontraría mis pequeñas peculiaridades bastante irresistibles. Naturalmente, ambos estábamos locos el uno por el otro.

Eventualmente, superamos la etapa de luna de miel. Estábamos más orientados a objetivos y pusimos nuestra mirada en el futuro. Mientras ambos luchábamos por encontrar nuestra individualidad como adultos de 20 años, aprendíamos más el uno del otro. Claro, hubo momentos difíciles aquí y allá, pero los superaríamos bastante bien.

Nunca supe de las mentiras, o eso pensé. He mencionado antes que estaba dotado *o maldecido* con una poderosa intuición. Mi habilidad para leer los pensamientos y sentimientos de las personas era casi aterradora y se ha manifestado muchas veces. Desafortunadamente para mí, a menudo ignoraba la verdad y la empujaba a un segundo plano.

«¿Es cierto entonces?» Me encontré preguntando.

Después de un largo y temido silencio, dijo las palabras que más temía. “Sí, te he engañado”, dijo.

Las palabras que dijo fueron como una fuerte bofetada en mi cara. Me hizo enfrentar mis miedos más profundos. Estaba horrorizado porque todo este tiempo, estaba viviendo en un mundo de fantasía donde todo era solo humo y espejos, un mero producto de mis propias ilusiones y negación.

«¿Cuánto tiempo?» Me las arreglé para preguntar a pesar de mí mismo.

Por un momento, se quedó en silencio, y se giró para mirarme. Nunca olvidaré la expresión de su rostro: era una mezcla de tristeza, ira y quizás una mínima pizca de arrepentimiento. “Cinco años”, respondió.

No podía recordar lo que pasó después porque todo se volvió borroso. ¿Cómo reaccionarías cuando lo que siempre creíste que era cierto resultó ser una mentira? El dolor vino tan duro como el viento frío viene en diciembre, y en ese momento, sentí que mi corazón se helaba.

Lo que aprendí de que mi pareja me mintiera durante años

Lo que pasa con saber finalmente que tu pareja te traicionó es que allana el camino para aprender lecciones. Duras lecciones, pero lecciones al fin y al cabo.

#1 Solo podemos negarnos la verdad por tanto tiempo. La verdad siempre es un trago amargo de tragar, por eso siempre elegiríamos endulzarla con un poco de negación. Pero la verdad nunca permanece oculta por mucho tiempo. Incluso si hace todo lo posible para creer que todo está bien en su relación, su intuición puede devolverlo a la dura realidad.

#2 Negarle a alguien la verdad no lo salva. No decirle a alguien la verdad porque temes que los destruirá puede tener consecuencias drásticas. Puede sentir que los está protegiendo, pero decir una mentira es solo una táctica dilatoria. La verdad puede ser dolorosa, pero siempre es mejor decirle a alguien la verdad antes de que la escuche de otra persona.

# 3 Que te digan la verdad dolorosa es mejor que permanecer en una relación insatisfactoria. Puedes negar todas las señales de que tu pareja te está mintiendo, pero al final, eventualmente aprenderás que solo te estás engañando a ti mismo. Cuando * ¡no si! * La verdad sale a la luz, te alegrarás de finalmente enfrentarte a la dura realidad de que no vale la pena permanecer en tu relación.

#4 Cuando te mienten, empiezas a sentirte perdido. Se ha dicho antes que la verdad es lo que nos ancla a la realidad. Es una fuerza estabilizadora. El ancla, por pesada que sea, es fundamental en cualquier relación. Cuando descubres que tu relación no es más que una farsa, descubres que no está arraigada a nada. No tienes idea de dónde estás parado y hacia dónde te diriges, y esta incertidumbre puede ser suficiente para que quieras abandonar el barco. [Confession: What I learned from the man who did not love me]

# 5 Los mentirosos finalmente están enamorados de sí mismos. Encubrirán sus motivos ocultos. Quieren mantener a la gente feliz sin perder la cara. Los mentirosos son en su mayoría miopes y su objetivo inmediato se centraría en última instancia en salir de situaciones que no los beneficiarían. Les resultaría difícil encontrar una relación satisfactoria basada en la confianza mutua porque ya están en una relación comprometida con ellos mismos.

# 6 El dolor es solo temporal. No hay manera fácil de superar una relación que ha sido una mentira durante 5 años. Es posible que sientas que nunca más podrás confiar, pero este sentimiento solo permanecerá contigo si lo permites. Y aunque la terrible experiencia de separarse y tratar de seguir adelante puede dejarte cicatrices emocionales, también te permitirá convertirte en una persona más fuerte. La fuerza que encontraste al superar esta terrible experiencia se quedará contigo para siempre, mientras que el dolor que te costó ganar esa fuerza algún día será un recuerdo lejano.

Como cualquier historia de ruptura, pasé por muchos episodios de confusión emocional al recordar 5 años de mentiras. Afortunadamente, lo que viene después de mucha agitación emocional es el deseo de paz. Con la paz viene el perdón. Mientras todavía estoy en el camino hacia la búsqueda de la paz, me di cuenta de que los arrepentimientos y el odio son cargas demasiado pesadas para llevar.

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