Cómo no ser un pushover: qué te hace uno y formas de tomar una posición

Ser empujado es una de las peores maneras de pasar por tu vida. Aprende cómo no ser un pusilánime y encuentra el corazón para tomar una posición por ti mismo.

Ser un pusilánime tendrá graves consecuencias en la carrera, la relación romántica y la vida social de alguien. Por mucho que intentemos ser amables, siempre habrá personas que se aprovecharán de los demás para conseguir lo que quieren. Para evitar convertirse en una víctima de estos tipos, es importante saber cómo no ser fácil de manejar y cuándo tomar una posición por sí mismo.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que enfrentarse a alguien no es lo mismo que ser agresivo o conflictivo. Tratar con eficacia a las personas autoritarias requiere conocer los hábitos habituales que lo convierten en una presa fácil, evitar esos hábitos y aprender la forma correcta de tratar con las personas que se aprovechan de la buena naturaleza de los demás.

Si se hace de la manera correcta, cualquiera puede dejar de ser un pusilánime y, al mismo tiempo, ganarse el respeto y la cooperación de la otra persona.

¿Cuáles son los hábitos comunes de los pushovers?

Antes de tratar de entender cómo no ser un pusilánime, es importante reflexionar sobre sí mismo y ver los hábitos comunes que podrían estar causando que se sienta emocionalmente débil y se comporte como un pusilánime. Estos son los rasgos más comunes de los pushovers, independientemente de las circunstancias.

#1 Tienen baja confianza y autoestima. Las personas con baja confianza y autoestima tienen más probabilidades de convertirse en presa fácil. Debido a su incapacidad para afirmar lo que quieren y su debilidad autopercibida, otras personas que tienen personalidades más fuertes que ellos los influencian y acosan fácilmente.

# 2 Son personas patológicas complacientes. En el otro lado del espectro, tenemos personas que le dan mucho valor a complacer a los demás, incluso si es a sus expensas. A estas personas les resulta difícil decir que no, independientemente de si se sienten visiblemente incómodas con lo que se les pide. Para ellos, la única forma de obtener la aprobación de las personas que los rodean es hacer lo que los demás quieren.

# 3 Le dan demasiado valor a lo que la gente piensa de ellos. Otros se vuelven fáciles porque están muy preocupados por lo que la gente piensa de ellos. De manera similar al ítem anterior, estas personas piensan que los demás los verán negativamente si objetan o no están de acuerdo con las ideas de otras personas, por lo que se dejan ordenar. Con este estado de ánimo, se vuelven pusilánimes solo para proteger la imagen que los demás tienen de ellos.

# 4 Son tímidos y evitan la confrontación. Algunas personas tienen tanto miedo a la confrontación que permitirán que las personas las presionen en lugar de defenderse. Para ellos, hacer lo que quieren los demás es la forma más fácil que decir que no o estar en desacuerdo con esas personas.

Cómo no ser un pusilánime y encontrar una base sólida sobre la que pararse

#1 Piensa: La vida es mejor cuando no eres un pusilánime. El camino hacia la autoafirmación positiva no es fácil, especialmente si posee uno de los hábitos antes mencionados de empujones. Se necesita una combinación de fuerza de voluntad, práctica y un poco de prueba y error antes de que uno pueda dejar de ser un pusilánime.

Una cosa es segura: ser un pusilánime lastrará tu vida y aprender a no ser un pusilánime tiene muchos beneficios en tu vida romántica, social y profesional.

#2 Piense: Priorice lo que es mejor para usted. Tu bienestar y felicidad deben ser lo primero. Estos son más importantes que lo que la gente piensa de ti y si lo que quieres les agradará o no. Siempre ten en cuenta que al final, no le debes nada a nadie y su placer no debe ser a expensas del tuyo.

#3 Hacer: Aprende y practica decir no. Mantenlo simple. Si te piden que hagas algo con lo que no te sientes cómodo y es algo que no estás obligado a hacer en primer lugar, di que no y aléjate. No tienes que darte explicaciones. Solo hazlo.

#4 Hacer: Evita a las personas que te empujan. En situaciones en las que tiene que interactuar regularmente con las personas que lo empujan, puede mantener las cosas simples y cómodas al dejar de interactuar con ellos en lugar de confrontarlos.

Puede permanecer fuera de su espacio social, dejar de hablar con ellos y tratarlos como si no existieran. Excluir a esas personas no solo disminuirá su impacto negativo sobre ti, sino que también podría hacerles saber que están siendo autoritarios.

# 5 Piense: conozca los tipos que empujarán a las personas. Básicamente, hay dos tipos. El primero es el matón absoluto cuyo método preferido es dominarte agresivamente mediante la intimidación. Este tipo generalmente se trata en especie para demostrar su influencia. El siguiente tipo es el tipo manipulador que se hará pasar por tu amigo para sacarte muchos favores. Estas personas generalmente se tratan llamándolas y exponiéndolas.

#6 Hacer: Comunícate de manera clara y directa para expresar lo que quieres. Hay momentos en que las personas son empujadas porque no pueden comunicar sus pensamientos con claridad, lo que hace que los demás piensen que no tienen objeciones a lo que se les pide. Al aprender a comunicarse de manera efectiva, una persona puede expresar sus pensamientos de manera diplomática y hacer que la otra persona comprenda su situación.

# 7 Piensa: los demás te empujarán solo si los dejas. Lamentablemente, estamos rodeados de personas oportunistas que incluso harán todo lo posible para hacerse pasar por tus amigos. Como dice la sabiduría convencional, las personas solo serán presa fácil si dejan que otros las presionen.

Es por eso que la gente necesita aprender a trazar la línea en un punto determinado y tomar una posición. Si al principio le dices que eres alguien con quien no se puede jugar, dará un paso atrás y te tratará de una mejor manera.

# 8 Sí: deja de disculparte cuando no es necesario. Disculparse demasiado es una señal de debilidad y complacencia que los demás notarán fácilmente y te convertirá en un objetivo para los acosadores. Si siempre te disculpas incluso si no tienes la culpa o te disculpas por exigir cosas que te mereces, es probable que otras personas te empujen.

# 9 Sí: apunte a un compromiso cuando esté en desacuerdo. Cuando se encuentre en una situación en la que haya un choque de ideas o deseos, propóngase sugerir un compromiso que sea de algún modo agradable para ambas partes.

Al tomar el terreno moral superior, demuestras una fuerza de voluntad que seguramente te ganará el respeto incluso de aquellos que no están de acuerdo contigo. Nunca cedas ni te conformes con menos durante un conflicto.

#10 Piensa: siempre cuestiona la idea de que los demás son superiores a ti. Existe un fenómeno psicológico llamado síndrome del impostor en el que las personas menosprecian su propio valor y logros en comparación con los demás, incluso si sus propios logros son encomiables en realidad.

Este tipo de pensamiento hace que sea menos probable que te afirmes a ti mismo, lo que resultaría en que otros te empujen. Recuerda siempre que ninguna otra persona es completamente superior a los demás y es posible que estés minimizando tu propio valor debido a la falta de confianza.

Aprender a no ser un pusilánime mejorará la calidad de la vida romántica, social y profesional de una persona. Al desarrollar su confianza, conocer su autoestima y aprender a comunicar sus pensamientos, incluso durante los conflictos con los demás, le permitirá afirmarse mejor en cualquier situación.

Una vez que aprenda los pequeños detalles que contribuyen a socavar su confianza, use estos pasos para comprender cómo no ser fácil de convencer y ganarse el respeto de las personas que lo rodean.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *