¿Deberías romper con tu pareja?
A veces, todo el esfuerzo y las ganas del mundo no pueden salvar una relación. Y en otros momentos, nos encontramos atrapados en una relación en la que no somos nada felices. Entonces, ¿qué debe hacer, separarse y seguir adelante, o aguantar con la esperanza de días mejores?
Ha probado de todo, desde asesoramiento hasta hablar de ello con amigos y familiares. Es posible que lo hayas dado todo. Pero a veces, es difícil mantener una relación que ya está desgarrada. Pueden jalar y tirar, pero eso solo separaría más sus mundos. Puede ser difícil aceptarlo, pero de hecho puede ser el momento de romper.
La idea de romper puede volverte loco. Es posible que hayan estado juntos durante años y la idea de vivir separados podría devastarlos, pero cuando las cosas suceden de la manera en que no pretenden que sucedan, deben comprender que no es el final de su vida, es solo el final de una relación. Si tienes que tener el coraje de salir, necesitas aprender de todo lo que te rodea.
Deberá comprender que el final de una fase de su vida, inevitablemente, significa el comienzo de otra. La fuerza para seguir adelante viene de tu interior, no de tus amigos o tu familia. Es la decisión que tomes la que te ayudará a salir o quedarte atrás. Se necesita fuerza para enfrentar la realidad, para aceptar algo que no quieres aceptar, para terminar con algo que deseabas que durara para siempre. Se necesita más fuerza y tenacidad para terminar algo que para empezarlo. Y nada puede sentirse peor que aferrarse a una relación que ya no existe.
lecciones de aprendizaje
Por duro que sea el dolor, busque a su alrededor lecciones que pueda aprender. Mira las plantas en maceta, con sus raíces llenando completamente la maceta. Se aferran tanto a la olla y no se dan cuenta de que hay un mundo más grande ahí fuera, un mundo donde pueden expandirse y crecer mejor. Incluso cuando rompemos la maceta, las raíces toman la forma de la maceta, y las raíces tardan muchos meses en extenderse. ¿Eres asi? ¿Sabes que puedes liberarte y, sin embargo, te quedas en una rutina miserable, sin poner un pie en el mundo sin tu pareja, demasiado asustado para seguir adelante?
Recuerda tu suéter favorito, el que siempre usabas y con el que te sentías tan cómoda. Lo usabas en casa, afuera cuando hacía frío y cuando jugabas con tus amigos. Con el tiempo, el suéter envejeció y comenzó a desteñirse. Tu mamá te dijo que dejaras de usarlo, pero te gustaba demasiado como para dejar de usarlo. Eventualmente, las costuras cedieron y el suéter deshilachado se desgarró. Estabas triste y lloraste porque realmente amabas tu suéter favorito. Pero el dolor no duró mucho, porque tu dulce mamá te trajo un hermoso abrigo que era mucho mejor que tu suéter favorito.
Ahora bien, ¿no le gustaría que las relaciones pudieran ser así de fáciles y simples, tan fáciles como comprar un suéter nuevo o un abrigo? Puede ser, si te decides y crees en el hecho de que la vida puede ser mucho mejor una vez que te alejas de un amor que ya no existe. Hay muchas lecciones que puedes aprender a tu alrededor, y solo pueden inspirarte y darte la fuerza.
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