¿Demasiado empático? Cómo separarse para una vida mejor
Ser demasiado empático puede ser un lastre, especialmente cuando empatizas demasiado con una persona que lleva el mundo entero sobre sus hombros.
La empatía es el estado en el que una persona experimenta los sentimientos de otra persona a través de su propia perspectiva. Es como ponerse en el lugar de otra persona sin querer.
Ser empático puede ser algo bueno, porque te ayuda a comprender mejor a las personas y te permite encontrar formas más eficientes de ayudar con lo que están pasando.
Empatizar con una persona feliz puede afectarte positivamente. Imagina sentir las buenas vibraciones de otra persona sin razón aparente, aparte de estar programado para ello.
Aún así, hay algunas desventajas paralizantes de ser demasiado empático.
¿Cuándo es malo ser empático?
La empatía oscila en ambos sentidos. Cuando empatizas con alguien que se siente realmente mal, puedes internalizar esos sentimientos negativos con la misma facilidad que cuando se siente feliz.
Esto es aún más preocupante cuando estás en presencia de una persona que expresa sus emociones con mucha fuerza. Las personas empatizan a través de señales sociales y analizando la historia de alguien. A veces, también puede provenir de haber pasado por el mismo tipo de dolor.
Cuando estás rodeado de personas así, puedes comenzar a desarrollar la misma forma de pensar. Eso no es beneficioso para nadie, porque la verdadera prueba de empatizar con alguien es aprender a sobrellevar y lidiar con esos sentimientos negativos.
Cuando tu empatía se convierte en simpatía, podrías terminar como la persona con la que estás conectado. La parte triste es que no habrías sido así si hubieras sido menos empático en primer lugar.
¿Cuándo deberías ser menos empático?
Hay casos en los que necesita controlar su empatía, como cuando comienza a ser perjudicial para usted y para quienes lo rodean.
No puede controlar cómo se sienten los demás, lo que significa que no tiene sentido ponerse en una posición que pueda causar más daño que bien de su parte.
Si quieres ayudar a tu amigo, asegúrate de no ser demasiado empático *es decir, causándote dolor o estrés innecesarios*.
Para ayudar a identificar esos casos, aquí hay algunos ejemplos de momentos en los que sería mejor distanciarse:
#1 Cuando alguien quiere hacerse daño. Esta es una situación grave que no se puede evitar empatizando con la víctima. Necesitan recibir ayuda profesional. Pero si se trata de una situación de emergencia, llama a los que te rodean para que te ayuden.
#2 Cuando alguien se siente desesperanzado. La desesperanza es un sentimiento debilitante porque te hace sentir que no hay forma de salir de tu situación. Si empatizas demasiado con alguien así, podrías terminar sintiéndote de la misma manera y puede afectar tu funcionamiento diario.
#3 Cuando alguien insiste en que es correcto sentirse mal. Sentirse mal es necesario para saber sentirse bien. Sin embargo, si alguien decide que sentirse mal es mejor que tratar de sentirse bien, debe salir de ahí y rápido. Algunas personas se deleitan con su depresión, y es muy probable que una persona así necesite algo más que un amigo empático para ayudarlos a sobrellevar la situación.
# 4 Cuando alguien tiene un dolor emocional extremo. Es posible que desee alejarse de este. Una persona que está sufriendo una cantidad inexplicable de dolor emocional está emitiendo ondas que es mejor no atrapar. Como una persona muy empática, serás más susceptible a sentirte abrumado, algo que no podrás hacer hasta que tu amigo se calme.
# 5 Cuando no hay forma de ayudar a alguien por tu cuenta. Cuando todo lo que haces o dices no tiene efecto en una persona que se siente mal, tienes que dejarlo ir y encontrar a alguien más que pueda ayudar. No tienes que dejar de ayudar a tu amigo, sino que debes admitir que has hecho todo lo que has podido por ahora.
# 6 Cuando alguien pone sus responsabilidades sobre tus hombros. Empatizar con alguien te hace pensar que tal vez asumir parte de su carga puede ser de ayuda. Ahí es donde la mayoría de la gente se equivoca. Al ser demasiado empático, no podrá evitar asumir demasiado hasta que sea demasiado tarde. Sabes lo difícil que es para ellos *literalmente puedes sentirlo*, por lo que podría impulsarte a ayudar a aliviar su problema haciéndolo tuyo.
# 7 Cuando estás en una multitud, involucrado en una situación peligrosa. Ser demasiado empático no es solo una debilidad cuando te enfrentas a una persona. También puede afectarte negativamente cuando estás en una gran multitud. En un concierto donde mucha gente se divierte, tu empatía puede ser un rasgo positivo que debes tener. En una protesta violenta, no lo es. Podrías terminar tan irritado que podrías lastimarte a ti mismo o a otras personas. Apégate a los festivales de música en su lugar.
# 8 Cuando alguien está de duelo. Sé que es correcto ayudar a tu amigo a través de su proceso de duelo, pero llegará un momento en el que tendrás que irte para que puedas ordenar tus pensamientos. Empatizar demasiado con alguien que está de luto es motivo de preocupación, porque es un dolor diferente al que sentimos todos los días. Es más fuerte y puede durar más que otras emociones. También puede ser muy confuso, teniendo en cuenta que no ha muerto nadie a quien amabas.
¿Qué puedes hacer para ser menos empático?
#1 Evalúe la situación. ¿Es absolutamente necesario estar allí para alguien? ¿Tienes que asistir a un evento específico, como una asamblea con manifestantes? Si está a punto de interactuar con alguien que tiene dolor, ¿qué tan grave es? ¿Es usted el único que puede ayudar? Hágase estas preguntas antes de meterse en una situación en la que posiblemente podría perder el control de sus emociones.
# 2 Sepa cuándo dar un paso atrás. ¿Es absolutamente necesario que usted esté presente en ese tipo de situación? De lo contrario, haga todo lo que pueda desde la distancia y evite el contacto innecesario con personas que sufren dolor emocional o físico.
#3 Aprende a controlar tus emociones. Puedes hacer esto a través de prácticas de atención plena y meditación. Es una batalla difícil de pelear, pero su voluntad de hacerlo se considera un primer paso significativo.
# 4 Nunca dude en pedir ayuda. Algunas personas que necesitan desesperadamente a otras personas a su alrededor pueden solicitar su presencia. Si eres demasiado empático para ese tipo de entornos, necesitas saber a quién llamar. Otras personas pueden ser más adecuadas para ayudar a un amigo que sufre un trauma emocional.
# 5 No te cierres. La idea es disminuir su empatía para que pueda funcionar normalmente en situaciones estresantes. No es necesario que dejes de sentir por todos los que te rodean. Todo lo que tienes que hacer es mantenerte bajo control y monitorear cómo están tus emociones.
Ser demasiado empático puede ser una ventaja, pero también tiene el potencial de ser problemático. Siempre debe tener en cuenta cómo se siente para poder determinar si está atrapado en una mala situación. Usando las pautas anteriores, haga lo mejor que pueda para controlar su empatía y reconocer sus límites.